Situado en la entrada de la Ría de Vigo, esta formado por tres islas principales y una serie de pequeños islotes. Las islas Cíes se declararon Parque Natural en 1980, por lo que la biota presente en ellas se encuentra protegida desde entonces.
Llama la atención, su relieve tan contrastado entre la cara oeste, orientada al océano con acantilados y verticales que se elevan a más de 150 metros, con superficies rocosas, soporta la salinidad, fuertes oleajes e intensos vientos, que caracterizan esta vertiente. La cara este, sin embargo, es la cara refugiada de estas duras condiciones, es la que da a la Ría de Vigo y se caracteriza por sus playas y sus dunas.
Si la población no valora sus riquezas naturales, será difícil asegurar la defensa de este paraíso natural. Es por ello que sería indispensable, construir un vínculo especial de las islas y de todo el conjunto de ecosistemas que lo forman, con la población cercana, así como todos aquellos visitantes que se acercan a conocerlas.
En este video vemos una muestra representativa de su diversidad de especies y relieves que forman estas imponentes islas.
Delfines comunes, Delphinus delphi o aquí conocido como el Golfiño común, que jugaron con nuestro velero durante la campaña de septiembre.
Los espáridos que vemos como el sargo, Diplodus sargus, la mojarra, Diplodus vulgaris y la morruda, Diplodus puntazo, fueron tomadas durante la campaña de abril haciendo snorkel en la praia de Nosa Señora. Vemos también alguna lubina, Dicentrarchus labray y en el intermareal vemos las actinias, Actinia equina, moviendo sus tentáculos con el fluir de la marea, mientras el lorcho se refugia entre las cavidades que se forman en las chaquillas.
Se demuestra, como las famosas gaviotas, Larus michahellis, no sólo comen desechos y le roba los bocadillos a los turistas, en abril con escasez o más bien, nulas visitas, las gaviotas patiamarelas se buscan su alimento en las orillas de las islas, en este caso, una de ellas picotea con fuerza una estrella de mar, Marthasterias glacialis, que tuvo lo desgracia de acabar atrapada por su pico.
Paseando por los senderos que ofrecen las islas, es habitual encontrarse conejos, arañas de distintas clases y por tanto colores, formas, y diversos reptiles, los más visibles son las lagartijas ibéricas, Podarcis hispánica, relíctios de tiempos pasados que perduran hasta nuestros días, buscando el sol de las piedras o de los muros y casas que se encuentran en las islas. Con suerte, es posible ver lagartos ocelados, los más grandes de europa, Timon lepidus, pero dada a sus costumbres huidizas son difíciles de captar.
Es evidente el contraste que ofrece estas islas, su grandiosidad y su belleza paradisiáca que evoca su excepcional singularidad, esto, las hacen únicas.
La gestión de estas islas tiene que estar encaminadas a su correcta conservación y su empeño, en la sensibilización de todos aquellos visitantes y locales cercanos, que tienen el privilegio de tener esta maravilla tan próxima. Y hacer lograr entender lo especial que son estas escasas millas de tierra en el mar.
María Marcos
Wildlife Biology, Environmental Journalists, Nature Guide.