Estos últimos meses, debido a tanto temporal, recientemente llamados ciclogénesis, hemos encontrado un sin cesante recibimiento de especies marinas, la mayoría muertas, en nuestras costas.
Para los que nos interesan estás noticias, este invierno, absolutamente todas las semanas se podían leer noticias de varamientos, lobos marinos, tortugas, golfiños, calaberas portuguesas…
Aparte, de que podíamos ver, todo el plástico que nos ha devuelto el mar.
Esta claro, que «supuestamente», no somos responsables de estos temporales estacionales, por lo que no nos debemos sentir culpables de este hecho, ya que no está en nuestra mano remediarlo. La gran cantidad de cuerpos sin vida que llegan a nuestras costas, la información biológica que puede trasmitir, aportar y que se pierde, el poder llegar a tiempo, para ayudar alguna especie a intentar salir de nuevo a mar abierto, la escasa inversión, para la recuperación de esas especies que llegan exhaustas y hambrientas a nuestras costas, si esta en nuestras manos, remediarlo. Es curioso, como un campo tan fundamental, que podría dar más trabajo a gente preparada para ello, para poder ser más efectivos a la hora de realizar las tareas de rescate, o poder llegar a más sitios en el mismo tiempo y tener así mayor probabilidad de supervivientes, se vea al traste por falta de gestión o pensamiento inteligente o al menos respetuoso con nuestra naturaleza.
La desorientación, producida por esta sucesión de temporales, ha causado uno de los años con mayor índice de varamientos.
No nos damos cuenta, pero todö esta relacionado.
La sucesión este invierno de carabela portuguesa en las playas,
https://millasyorillas.wordpress.com/2014/04/12/fragata-portuguesa-agua-mala-falsa-medusa/
hacía llegar a su depredador, las tortugas comunes,
https://millasyorillas.wordpress.com/2014/03/29/necropsia-de-tartarugas-marinas/
lo que ha sido extraño ha sido su pequeñez de estas, normalmente los ejemplares , sueles ser más grandes.
Llegaban cansadas, con frío y sin comer. Muchas de estas, fue su causa de muerte.
Vimos también araos en las playas, como esta fotografía echa en Playa América en Nigrán, cuando me encontré esta especie en la arena.
Y también se han documentado la aparición de multitud de frailecillos muertos.
O por el ejemplo, el caso más reciente, de este Golfiño riscado, Stenella coeruleoalba, encontrado el 5 de Abril, en Muros. Se trata de una especie oceánica, es decir, habitualmente habita lejos de nuestra costa. La necropsia nos desvelo, que llevaba al menos dos semanas sin comer absolutamente nada.
A parte, también hemos tenido los casos de los lobos marinos. Algunos de ellos, gracias al esfuerzo del CEMMA entre otras organizaciones, que luchan con sus pocos medios, por la supervivencia de estas especies, se ha logrado embarcar alguno para ponerlo en libertad en el Gran Sol, como fue el caso de Raciño. Que tuve el honor de cuidar.
Animales de mar abierto, que se desorientan y aparecen desfallecidos en nuestras costas.
María Marcös.
Bióloga voluntaria CEMMA.