Melaka, es la única zona de anidación de las Tortugas Carey en toda la península de Malaysia. El estado de Conservación de esta especie se cataloga como en peligro crítico de extinción por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) es decir, queda una mínima población sobreviviente que de no protegerse, en pocos años pasara a formar parte del directorio de especies extintas. Y como es imposible apreciar algo que no se conoce, os voy a presentar el lado más tierno de porqué la costa de Melaka, es tan importante para la supervivencia de esta especie.
Se estima que solo 1 de cada 1.000 crías sobrevivirá hasta la edad adulta. Las tortugas carey son indispensables para la conservación de los ecosistemas de arrecife de coral, ya que contribuyen a las redes alimentarias marinas y además transportan nutrientes dentro del océano.
Como todos los martes desde Septiembre 2018, voy al Centro de Conservación de tortugas en Melaka, ya que estoy colaborando con ellos. El martes 30 de Octubre tuve una sorpresa maravillosa. Habían nacido unas 80 tortugas bebés, por lo que eso significaba que, al atardecer, tendrían que ser liberadas en la playa.
Cuando las pequeñas están listas para salir del cascarón, lo hacen prácticamente al unísono, porque saben que tienen más probabilidades de sobrevivir. Una vez nacidas las tortugas encuentran su camino hacia el océano a través de la pendiente descendiente de la playa. La incubación y la carrera al mar, al ser al mismo tiempo, ayudan a las pequeñas a desconcertar a los depredadores, que en esta zona, normalmente se incluyen las aves marinas, lagartos monitor, gatos, perros salvajes y los peores, los humanos.
De forma natural las crías usan el horizonte de luz, que generalmente se encuentra sobre el océano, junto con las crestas blancas de las olas para llegar al agua cuando emergen del nido. Es por eso que cualquier otra fuente de luz, como la iluminación de la playa, las luces de la calle, la luz de los automóviles, las fogatas, etc. puede llevar a las crías en la dirección incorrecta, y provocar la desorientación de las pequeñas.
Una vez fuera del nido, las crías se enfrentan a muchos depredadores, pero aquellas que superan los peligros nadan hasta las flotaciones de sargazo y ahora muchos plásticos, que se encuentran en alta mar, donde pasarán sus primeros años escondidos y creciendo.
Permanecerán 7 días sin comer, ya que disponen de su reservorio del cual irán absorbiendo esa yema que les proporciona la energía y solo nadarán por la superficie intentando pasar desapercibidas en el vasto océano.
En el Centro Informacion y Conservación de Tortugas de Melaka, una de las misiones, es guardar los huevos de las tortugas, cercandolos. Entonces, cuando ocurre una eclosión como esta, dependiendo del momento del día, las recogen y guardan en una caja de poliespan blanca. En este caso, la eclosión de los huevos sucedió temprano por la mañana. Por lo que las crías se guardan a oscuras en un lugar resguardado, para que se tranquilicen y duerman.
En el momento que cae el sol, hay que asegurarse que no existe presencia alguna de ningún peligro para estas pequeñas crías. Melaka, es conocida como el canal de Melaka, con constante trafico marino.
Otro de los peligros directos, es que esta playa es prácticamente una playa de pescadores. Encuentras enmalles, y redes de pesca por todos los lados. Por lo que dependiendo del tipo de arte de pesca que usen, estas pequeñas se pueden ver perjudicadas. Por eso sería lo normal, si se entendiera la importancia real de esta especie, sería usar redes más bajas, evitando así los puntos calientes de captura incidental. Y los pescadores de la zona, deberían estar lo suficientemente concienciados como para tomar las medidas adecuadas en caso de enmalle. Desgraciadamente, me consta que esto no es así.
Esperamos a que no hubiese nadie en la playa, solo el trabajador que me acompaño a vivir una de mi más emotivas experiencias, ver a las nuevas tortugas marinas correr hacia el océano. Parecía una carrera por su vida, y en verdad, así es. Nos ayudó que empezó a llover, así que era muy probable que no viniese nadie. Se voltea la caja desde bastante distancia para que se impriman del recuerdo de la playa.
Me sorprendió lo activas que son, en cuanto oyen el sonido del mar y sienten la arena, se empiezan arrastrar como locas pendiente abajo, se atropellan entre ellas, se chocan, se pasan por encima, cada una en busca del mismo camino, la orilla.
Es una experiencia bastante emotiva, ver a estas pequeñas intentando llegar a la orilla del mar.
De todos es sabido que las tortugas son más ágiles en el mar, pero su desparpajo al mover sus aletas tan desordenadamente en apariencia, te llena de ternura y gracia. Así van avanzando poco a poco. Son tan pequeñas, de unos escasos 5 centímetros, que una simple huella en la playa, es un hoyo inmenso del que tienen que esforzarse para salir y continuar su camino. Así que imaginaros, palos, o incluso envases de plásticos, las barreras que supondría para ellas. Las primeras se ven que son las más ligeras y dinámicas, entran en el agua ya surfeando. Las últimas les cuesta más o simplemente se paran a disfrutar de la playa que las vio nacer. Y concretamente la última, cuando llegó a la orilla las olas la caracoleaban al romper y la mandaba de nuevo a la orilla. Asi, hasta que consiguió sumergirse, y desaparecer en el océano.
Ese inmenso océano, con tantos peligros inminentes. Es curiosa ver su ansia por llegar y simplemente, evadirse en el azul, dejando que les lleve la corriente por la superficie.
Han de tener suerte, que ningún depredador, ave o cualquier hambriento animal marino, se encuentre en su camino. Y también han de tener mucha suerte con los trampantojos del mar, los plásticos. Probablemente si ingieren muchos, acaban obstruyendo sus pequeños estómagos y asfixiándose. También con los dos principales problemas en esta zona, el tránsito de barcos y las redes de pesca.
Tan pronto entran en el agua, desaparecen con el vaivén de las olas. Y es que, en el momento que tocan el agua, les entra la segunda fase de su maravillosa intuición, el frenesí de la natación, en donde empiezan aletear para alejarse de las peligrosas aguas cercanas a la costa en donde la depredación siempre es más alta.
Nadaran días, comenzando lo que se llaman los años perdidos de las tortugas, ya que se desconoce exactamente cual es el paradero de estas pequeñas por décadas. Se sabe, que una vez que alcanzan el tamaño de un plato, es cuando los juveniles empiezan a regresar a zonas costeras para alimentarse y seguir madurando.
Esperamos que tengan suerte y puedan volver a ver, la playa que las vio nacer.
Recordemos que estas criaturas son la especie de tortuga más amenazada dentro de nuestros océanos. Deseo que desde @pkppmlk_official continúen trabajando para la conservación de las tortugas carey en Melaka.
Infinitamente agradecida a @princemajestic89 y @arewan_rasya por darme la oportunidad de presenciar la eclosión de las tortugas carey en su playa natal, Melaka. Me siento muy afortunada de haber vivido esta experiencia de la forma lo menos intrusiva posible. Ya que muchas imágenes que se ven o según experiencias de otras personas, lo primero es que tienes que pagar, ya que es la forma que tienen de conseguir dinero estos centros y la suelta de tortugas se realiza con mucha multitud de gente que rodean a las pequeñas produciéndose un estrés innecesario. Si en alguna ocasión os ofrecen vivir esta experiencia, por favor, aseguraros de que el centro o resort (porque muchas veces se usa como atracción o actividad turística) guarden aunque sea un mínimo de respeto por estos animales, y sino lo hacen, difundirlo.
Fotografías tomadas por María Marcos, el 30 de Noviembre, 2018. Tortugas marinas recién nacidas corren hacia el océano en Pantai Padang Kemunting.
Melaka, Baby Hawksbill turtles race to the ocean https://www.instagram.com/p/Bpq0tFfFfIQ/?utm_source=ig_share_sheet&igshid=1l1se0czrfux3
Maria Marcos
Wildlife Biology, Environmental Journalists, Nature Guide.