Los elefantes asiáticos, es otra de las muchas especies que se encuentran clasificadas dentro de la Lista Roja de la IUCN como en Crítico Peligro de extinción. Se estima que en la Península de Malasia, sólo hay entre 1223 a 1677 individuos.
Es innegable que, los elefantes (Elephas maximus) ahora están extintos en muchas de las zonas en las que antes eran habituales, en Malasia. Entre la fragmentación de sus áreas naturales y la pérdida de sus bosques, cada vez lo tienen más difícil para sobrevivir. Además de esto, han sido foco del aumento del contrabando por sus colmillos. Y entre los humanos y los elefantes ha habido más que un conflicto que otro.

El conflicto entre los humanos y los elefantes.
A día de hoy sigue siendo una de las causas de muerte de muchos de ellos, aunque estén protegidos y su caza esté totalmente prohibida.
En 1972 para proteger la palma aceitera, de la destrucción de los elefantes hambrientos, se inició un proyecto de persecución.
Los elefantes salvajes de la Península de Malaysia, en menos de dos generaciones, han visto la mitad de su hábitat sustituido por caucho, palma, y otros usos del suelo. Esto ha llevado a una drástica reducción de la distribución de la especie y un aumento del conflicto hombre-elefante.

En los últimos 40 años, la gestión del elefante en Malasia se ha basado en la translocación de elefantes desde zonas de conflicto a zonas protegidas. Trabajo realizado por PERHILITAN (Departamento de Vida Silvestre y Parques Nacionales de Malasia Peninsular).
Este departamento trabaja estrechamente con MEME (The Management & Ecology of Malaysian Elephants) y su labor es de vital importancia para los elefantes asiáticos, ya que son los encargados de monitorear y recopilar información para intentar comprender el comportamiento del movimiento y la fisiología de los elefantes después de la translocación.
Hay que saber, que esta especie tan sabia que ronda por las selvas tienen una cultura, que traspasan generación tras generación. El moverlos de un sitio a otro, en el cual consideramos que van a estar mejor (o que van a molestar menos) ha de hacerse con las recomendaciones de expertos. «No se puede manejar lo que no se puede medir”, esto quiere decir, que sin información concreta sobre cómo afecta estos movimientos a los elefantes, no se podrían tomar decisiones en la gestión, por eso hay que unir fuerzas a favor de la conservación.
Los bosques de Malaysia, son su hábitat natural. Por eso es imprescindible, evitar la fragmentación de su territorio, evitar su caza furtiva e intentar disminuir los conflicto con la coexistencia de los humanos.
Los ingenieros de la selva tropical.
Os podéis imaginar el apetito que tienen estos animales si incluso llegan a pesar entre 2000 a 5000 kg, esa cantidad de cuerpo inmensa se pasa el día comiendo. Pasan todo el día comiendo hojas de los árboles, pastos y claro, de vez en cuando entran en las plantaciones de los humanos, causando el conflicto con ellos.
Al alimentarse de plantas y frutos cuando defecan sirven de dispersores de semillas, especialmente semillas de fruta como los durians y los mangos.
Estamos perdiendo a uno de las más grandes mamíferos que hoy quedaban en nuestro Planeta y todo esto, sin haber podido conocer algunas cuestiones básicas sobre su ecología, comportamiento y consecuencias sobre el impacto que tendría la pérdida de esta especie para todo el conjunto del ecosistema del que forman parte.
Estos animales, son muy importantes para el buen estado de salud de la selva en la que solían habitar. Una de sus principales funciones, es la dispersión de semillas dentro de la jungla. Imaginaros las consecuencias que puede tener su ausencia.

Esto animales tan grandes, necesitan la unión de su manada, tienen unos lazos sociales muy fuertes. Tienen un crecimiento de vida muy lento, imaginaros, solo su periodo de gestación dura 22 meses. Casi dos años en la barriga de la mama.
Al igual que los humanos, los elefantes deben aprender comportamiento a medida que crecen. No nacen con los instintos sobre cómo sobrevivir. Por eso necesitan a su grupo, porque los elefantes tiene un periodo muy largo de aprendizaje en sus vidas, de que plantas han de comer, a donde han de ir en qué época… Normalmente el aprendizaje dura alrededor de diez años.
Tantos años de estudio, pero aún no los entendemos.
La comunicación entre elefantes, ha sido objeto de estudio y curiosidad científica, aun sin resolver. Se tienen algunas ideas, pero es que es mucho más complejo de lo que nos imaginamos, ya que se comunican entre ellos usando sus sentidos, la visión, olfato, escuchando y tocándose.
Los elefantes presentan una inteligencia abrumadora. Son capaces de adquirir nuevas habilidades de una forma bastante rápida, gracias a la gran memoria que tienen. Y además son extremadamente sociales, de hecho tienen unas conexiones muy fuertes entre individuos y entre familias y grupos diferentes.
A través del estudio del comportamiento, ecología y sus interacciones con la gente, pueden proponer medidas de conservación, basadas en las evidencias.

Las administraciones políticas deben basar sus decisiones en cuestiones con una base más científicas, siendo sus decisiones no perjudiciales para la supervivencia de estos animales con tanta magnitud.
Es por ello que organizaciones como MEME (The Management & Ecology of Malaysian Elephants) son fundamentales, para comunicar, educar y aumentar la sensibilización sobre estas y otras especies, al publico en general.
Y sobretodo es fundamental crear un sentimiento en los locales más pequeños para que sean ellos los que en un futuro, puedan ayudar a proteger y conservar esta especie tan única.
María Marcos
Bióloga, especializada en Gestión y Conservación de Espacios Naturales Protegidos, y Rehabilitación de Corales.
Wildlife Biology, Environmental Journalists, Nature Guide.